el culo del mundo

miércoles, noviembre 08, 2006

El increíble lío de la vida

Hola. Todos sabemos que la vida se rige por un algo que todos conocemos, y es el que nos hace reír, llorar, y todo lo demás. Si, ese algo es la mentira. No se vosotros, pero de esta vida se pueden sacar pocas conclusiones cerradas, y una de ellas es que nos envuelven en el día a día mas mentiras de las que creemos. Uno se da cuenta, gracias a su súper intelecto, otras personas, por desgracia, no lo ven así. Es una lastima no poder verlo, porque te pierdes lo mejor de a vida, que es tener conocimiento de gran parte de lo que te rodea. Si lo que crees es que lo escrito arriba es una barbaridad, mírate a ti. Sin ánimo de ofender, todos los seres humanos mentimos, para conseguir lo que queremos. Lo mas gracioso del asunto, es que el 80% de esas mentiras, no las controlamos. Es decir, que nuestra mente trata de engañarnos para hacernos ver cosas que no son. Sí. La mente nos engaña. Solo hay que ver ciertas mentalidades o modos de vida en los cuales te das cuenta de que esa persona vive una gran mentira. El hecho de desconocer nuestro fin, hace que nuestra mente nos mienta, que nos tape el miedo con cosas más superficiales. Pero no es por ahí por donde tira este articulo, bien hace falta liberarse de esa mentira original para entender con claridad este texto.




Uno se da cuenta de esas mentiras con la práctica, con las decepciones en la vida y con el ser maduro y realista.
El primer concepto a aclarar es la mentira de un sentimiento llamado amor. Bien existe, pero una parte. No profundizaremos más en el tema porque de hacerlo muchos dejaríais de leer esto, y no quiero perder adeptos.
O bien la gente miente de un modo refinado, pulido y rebuscado, de tal manera que te mueva cual marioneta sin que tú lo sepas, o bien lo hacen subconscientemente, que es la mayoría de los casos.
Típico ejemplo: la chica que me gusta. Pobrecito, no te hace ni caso. Primero te dice algo y luego nada. Hay que ver que desgraciado eres, pobrete. IMBECIL, eso es lo que eres. ¿A quien quiere engañar? Es que acaso no te das cuenta de que el que no te haga caso es todo lo contrario. Alegrándote tendrías que estar a estas alturas de texto, de saber que todo eso es una gran mentira, que triste tendrías que estar si te hiciera caso todos los días.
Bien está, que no ocurre en todos los casos, casi ninguno. Pero hay que darse cuenta, el sello siempre está ahí. La gente es capaz de todo por tal de conseguir algo. Incluso pueden aguantar años sin ellos saberlo para encontrarse con una solución llamada destino. El destino es falso. Pero no es falsa que en algunos casos la casualidad sea otorgada a unos pocos. Sino que la mentira que has vivido, ha acabado, y empieza una nueva para algo que incluso no necesites, pero haga falta a otro.
¿Qué me dicen de Dios y de la gente que cree en el? Puede ser mentira, pero tener significado trascendente en el desarrollo de esto. El “esto” se refiere a eso que no sabemos. La vida es uno de esos largos fideos en salsa. Lo aspiras, que es mientras vives, y en tus morros se va quedando la salsa, que es algo de veras importante. Cuando el fideo se acaba, te lames la salsa de los morros, que es lo que da sentido al fideo. Algo así es la vida. Esto es bastante complicado de explicar y probablemente quede bien claro en esta frase: NADA ES LO QUE PARECE. Pero qué es la nada, para qué vivo yo aquí entonces (preguntas retóricas). Bien, la vida la sala de espera a la muerte. Has de esperar lo que te toque para saber lo que hay después. Nadie vuelve para contarlo.
Puede que haya gente que diga: naces creces reproduces mueres como todos los organismos de la tierra. Pero, si tienen razón, para que sirve esa espiral sin fin. Esa pregunta es la que te hace pensar en que no hallarás una conclusión de la vida nunca por más que pienses. Porqué la vida no se puede comparar con nada, porque la muerte no se sabe como es. Es como si te borraran toda tu vida y te enseñaran a un tipo gordo, y te dijeran: ¿cómo de gordo es este tipo? No lo acertarías.

Para acabar este artículo sin sentido, concluyo con esto: Pienses lo que pienses, acabaras llorando. Hagas lo que hagas, acabaras acabando, seas lo que seas acabaras muerto. Pero eso lo decides tú, que no te moldeen. Es difícil saberlo, porque los grandes moldeadores de tu persona son entidades tan globales que no conoces otro modo de ser. Pero inténtalo. Ahí lo dejo…

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